Reseña del Libro “LA MASONERÍA Y EL CATOLICISMO”
Por Elena María Delgado Béjar de Orsos
Ser:. G:.M:. de la M:.R:. Gran Logia Femenina del Perú
Publicado por la Hermandad Rosacruz en 1976, cuyo templo central se encuentra dentro del condado de San Diego, CA, USA, inscrito como un Distrito Histórico en el Registro Nacional de Lugares Históricos Norteamericanos; LA MASONERÍA Y EL CATOLICISMO nos lleva por sus nueve Capítulos, en la “pretendida búsqueda de las verdades cósmicas subyacentes en estas dos grandes instituciones, determinadas por la investigación oculta”, en palabras de su autor.
Resulta importante destacar que Max Heindel, su autor no es masón, sin embargo, o debido a ello, se siente en libertad de publicar lo que interpreta como su saber, con la libertad de sentir que no está quebrantando las obligaciones que supone tenemos los masones; sin embargo, se declara masón de corazón, y francamente opuesto al catolicismo. Al parecer, suponiendo que los masones debemos declararnos como tales.
Igualmente, importante relievar, que al utilizar la palabra “catolicismo” Heindel no se refiere exclusivamente a la Iglesia Católica Apostólica y Romana, sino que la toma como una acepción universal, para incluir en ella a todas las actividades religiosas promovidas por el sacerdocio o los hijos de Seth.
Desde el primer capítulo, titulado “LUCIFER, EL ANGEL REBELDE”, el autor nos lleva por su análisis de las corrientes temporales y espirituales de la evolución humana, desde el origen, hasta su proyección de como deben venir los tiempos, cuando “todos los hijos de Seth, (quien sustituye a Abel en su papel de heredero de Jehová) que con fe invoquen su nombre (de Dios)” para que pueda llegar el día en que, las diseminadas Iglesias de Cristo, puedan finalmente, unirse en una sola.
Nos cuenta Heindel cómo es que, en el principio de los tiempos, Eva fue el primer ser humano de género femenino creado por Jehová. El luciferario espíritu Samael se unió con Eva y engendró a su semidivino hijo Caín, abandonándola antes de que naciera el furto de esa unión; de allí que Caín fuese conocido como el hijo de la viuda y una serpiente de sabiduría. Posteriormente Jehová
habría creado a Adán, también un ser humano al igual que Eva; quien se unió carnalmente con ella engendrando un hijo, que, al igual que sus padres era humano al que pusieron por nombre Abel. Jehová es el Dios lunar relacionado con el agua, y por esto hubo esa irreconciliable enemistad entre Caín, el hijo del Fuego, y Abel, el hijo del Agua.
Según su línea narrativa, los hijos de Caín fueron los habilísimos artífices diestros en el uso del fuego y los metales, cuyo ideal masculino se encuentra personificado en Hiram Abiff, el supremo maestro de operarios; en tanto que los descendientes de Seth, fueron clérigos que fieles al ideal femenino, simbolizado en la Virgen María, gobernaron a sus gentes por la virtud del agua bendita colocada siempre a la puerta de sus templos. Siendo tan contrapuestas ambas corrientes de humanidad, fueron varios los intentos para unirlas; siendo el más remarcable el simbolizado en la edificación del templo de Salomón, descendiente de Seth, cuando el maestro Hiram Abiff descendiente de Caín había de fundir el mar de bronce; proyecto que como sabemos fracasó, por lo que no logró concretarse la intentada unión de las dos opuestas ramas de la humanidad.
Heindel nos narra cómo es que al fundir Hiram Abiff el mar de bronce, recibió el bautismo de fuego, con lo que Caín lo emancipó de los espíritus lucíferarios, entregándole un nuevo martillo y una nueva palabra. Asimismo, nos narra que, al comienzo de la nueva era, Salomón, el hijo de Seth, reencarnó en Jesús, quien, con el bautismo de agua, que le administró Juan, simboliza su emancipación del dominio de Jehová, ya que, al momento del bautizo, cedió su cuerpo para que fuese morada del descendiente espíritu de Cristo.
Desde su perspectiva, así como es la energía infundida por su divino progenitor Samael, la que movió a Caín a buscar la realización espiritual en el trabajo y la inventiva; sus descendientes son movidos por la misma excitación espiritual, procurando su salvación por medio del fuego de las tribulaciones; el ingreso el mundo invisible en el que se pueda construir el Templo del Alma, es de absoluta necesidad para millones de débiles hermanos, que necesitan comprender y aceptar la purificante sangre de Jesús; concluyendo que “cuanto más seres humanos se afilien a la mística Masonería….. más pronto vendrá Cristo por segunda vez y más vigorosa será la raza que ha de ser regida al fin, por la ley del amor”.
Una obra de deliciosos intríngulis filosóficos y esotéricos, que vale la pena leer con espíritu de investigador y pensador.
La Masoneria Y El Catolicismo – Max Heindel
Reseña del Libro “HERRAMIENTAS MASONICAS”
Por: María Alejandra Benítez Hurtado ∴
Las herramientas masónicas es un texto del reconocido abogado y escritor colombiano Iván Herrera Michel, actual vicepresidente del Centro de Comunicación e Información de las Potencias Firmantes del Llamado de Estrasburgo CLIPSAS y miembro activo de la Federación Colombiana de Logias Masónicas FEDELOGIAS.
Es una obra transversal para todos los grados simbólicos de la Masonería: analiza, desde una visión liberal y con apego a la filosofía constructivista de la Orden que subyace en el concepto de acción (lo que tú haces, te hace), sus herramientas y principales símbolos tales como la Cantera, la Piedra Bruta el Taller, el Gabinete de reflexiones, los Metales y el Mosaico. Las herramientas analizadas son: El Mazo, el Cincel, la Regla de 24 pulgadas, la Palanca, el Nivel, la Plomada, la Llana, el Compás y la Escuadra.
Incluye en su estudio particularizado conceptos, síntesis histórica e importancia dentro de la Orden, en un lenguaje de fácil comprensión para el lector.
Además, el lector se encuentra con el prólogo del respetado masón español Javier Otaola, quien refresca la esencia de la inquietud de sí mismo como objeto primario de la Masonería y a partir de ese acercamiento con el propio ser, se eligen las herramientas iniciáticas para trabajar sobre el Ser.
Herramientas Masónicas – Iván Herrera Michel
Reseña del Libro “IKIGAI ESENCIAL “
Por: María Alejandra Benítez Hurtado ∴
Ikigai Esencial es un maravilloso texto escrito por el docente e investigador TED Ken Mogi en el cual se recogen los pilares de la filosofía nipona del Ikigai, que significa el motivo por qué levantarse todas las mañanas o propósito, a partir de experiencias cotidianas que disfruta el ser humano porque se ha encontrado el sentido y la satisfacción personal. El secreto de la longevidad de los japoneses no solo radica en la sana alimentación y la actividad física, sino también en su espiritualidad, siendo felices haciendo lo que los motiva a despertar a diario.
La escritura en kanji es 生き > Iki > Vida y 甲斐 > Gai > Resultado, Uso, Efecto.
Los cinco pilares del Ikigai son:
- Empezar con humildad: La enseñanza de este primer pilar nos indica que se debe empezar por lo más pequeño y trabajar día a día para lograr la mejor forma de aquello que trabajamos. Este pilar se asocia con el orgullo que siente el nipón porque perfecciona su técnica en lo que disfruta en su cotidianidad, se esmera por hacerlo mejor. A ello se le conoce como Kodawari (en Kanji こだわり)
- Renunciar al ego: Significa olvidarnos de nosotros mismos y actuar como si hubiéramos nacido al levantarnos como la nieve recién caída, apartar la sensación de estatus social. Liberándonos del ego, en el sentir y pensar nipón, nos abrimos al universo infinito de los placeres sensoriales y sensuales, lo cual posibilita la mejora en las actividades que desarrollamos a diario. Otro concepto asociado a la renuncia del ego dentro del libro es el de flujo: para Mogi flujo es un estado del ser en el cual las personas están tan inmersas en una actividad que ninguna otra cosa parece importarles. Es cuando el trabajo se convierte en un fin en sí mismo, no se trabaja por ganarse la vida sino porque le produce placer, anulando el deseo de ser reconocido por la labor realizada.
- Armonía y sostenibilidad: Este pilar, aunque el autor en la parte introductoria del texto asevera que los pilares del Ikigai no van en orden ni jerarquía, en mi criterio aplicar este pilar implica haber efectuado el ejercicio interno de renuncia al ego: todos los deseos individuales siempre deben tender hacia la sostenibilidad social y el medio ambiente, porque todo acto individual afecta el entorno. En este pilar reside el principio del ser naturaleza y lo que se haga contra ella es un atentado contra sí mismo.
- El placer de los detalles: Implica el sentir alegría por las pequeñas cosas. Encuentra asidero en la cotidianidad japonesa como por ejemplo el acto de tomar té verde en las mañanas, liberando dopamina o levantarse temprano para ingerir la comida favorita. En los pequeños detalles, en el sentir nipón, se encuentra la felicidad.
- Ser consciente del momento presente, del aquí y el ahora: Consiste en valorar el presente, el ahora, tener sobre él la atención plena, lo cual te ayuda a ser consciente de sí mismo y desarrollarse mejor. El autor ubica de relieve el caso del cineasta Hayao Miyazaki, a quien compara como un niño que no es esclavo de las ideas y precompresiones del pasado y futuro, sino que abraza el presente.
Otro de los valores que resalta Mogi en el texto son la resiliencia, la felicidad y la aceptación, propios de la forma de ser del japonés, que complementan la filosofía del Ikigai.