Entrevista realizada al Don Luis Riveros C., Ex Gran Maestro de la Gran Logia de Chile
Entrevista realizada al Don Luis Riveros C., Ex Gran Maestro de la Gran Logia de Chile
El Ser Humano, fue creado como un ser sociable, necesitado de vivir en comunidad y buscar en ella el apoyo para el progreso tanto individual como colectivo; sin embargo en algún momento del transcurso del desarrollo propio de su naturaleza como animal pensante y racional, comenzó el proceso de aislamiento interno.
El objeto de este escrito es analizar el comportamiento humano que lo ha llevado a involucrarse en un mundo solitario y en base a esto, llamaros a establecer un método de trabajo masónico de manera de cooperar en la construcción de una sociedad justa, armónica, necesitada de aplicar y vivir con las virtudes como estandarte, enseñando que la soledad es buena para su interna perfección pero que a su vez no lo es, dado que el hombre necesita de sus congéneres y de la comunicación entre ellos para encausar el camino hacia la perfección ayudándose entre ellos así como el cuerpo armoniza los movimientos y funciones de cada célula consiguiendo de esta manera cumplir el objetivo para lo cual fue creado.
¿Cuándo el ser humano comienza su camino hacia la soledad?
Pues bien si retrocedemos en la historia y la homologamos con el presente podremos apreciar que el ser humano inicia su camino hacia la soledad precisamente cuando se empiezan a gestionar los avances tecnológicos y los cambios que ello conlleva, es decir en los inicios de la Revolución Industrial. Debemos destacar el periodo de la influencia religiosa que si bien es cierto fue una época oscura llena de persecuciones, guerras y otras atrocidades, se debe aludir a ella dado que el ser humano en esa época se dedicó más a su propio ser obteniendo con ello el surgimiento de figuras relevantes en la filosofía (Giordano Bruno, Sto. Tomas de Aquino y otros); es decir al crecimiento espiritual y preocupación interna del desarrollo del hombre en el contexto del YO.
Podemos segregar al ser humano durante la época de la Revolución Industrial en tres grandes grupos: El grupo científico, el grupo tecnológico y el grupo de usuarios.
Tres grupos cuyo aislamiento en solitario se debe exclusivamente al desarrollo de las necesidades de una sociedad creciente cuyo resultado fue modificar el pensamiento y la
preocupación del crecimiento espiritual de cada ser por el uso de estos desarrollos, los que paulatinamente fueron moldeando el pensamiento y preocupación de su YO, por el pensamiento y preocupación del uso de las innovaciones en bien de conseguir más comodidad intelectual, material y cibernética, dejando de lago la espiritualidad del ser humano.
Es así como el día de hoy podemos apreciar con amargura que el ser humano ha desvirtuado su condición de tal y ha pasado a ser objeto y presa de los avances tecnológicos, científicos y comerciales.
De la humanidad actual, ¿Cuántos realmente son los que de veras tienen el tiempo y las ganas de cultivar su interior?, ¿de promover día a día su ser, un paso más hacia la real meta del ser humano que es la de vivir en comunidad y en comunión entre cada uno?
Desde los tiempos prehistóricos el ser humano ha necesitado vivir y desarrollarse en comunidad. Es así como podemos ver que, para alimentarse, protegerse y multiplicarse, tuvo que obligadamente desarrollar el concepto de sociedad agrupando en ella a su familia como también ampliando el concepto al grupo humano que lo rodeaba o con quien compartía su vida y la de su grupo familiar.
Entonces podemos concluir que siempre; desde los inicios y aparición de la humanidad, el ser humano necesito de otros para continuar con su desarrollo y aumento de conocimiento llegando a lo que es hoy nuestra civilización.
Sin embargo, también podemos concluir que en la medida que avanza el tiempo y por ende la civilización, el hombre comienza con una separación del conjunto llamado sociedad al punto que hoy podemos darnos cuenta que esto ha llegado hasta el núcleo básico formativo de la civilización: la Familia.
Por otra parte , en lo particular defino a la Soledad como una forma de aislamiento que en algunos casos o formas de esta, se convierten en una herramienta de evolución y otras en forma de involución que solo consigue el aislamiento total del hombre sin conseguir nada que lo beneficie como ser racional.
Algunas de ellas se clasifican como::
Como seres humanos estamos cayendo en un abismo oscuro, retornando a las tinieblas y a la oscuridad, tal como llegamos cuando somos profanos. Lo lamentable de todo esto que la humanidad entera debiera estar poco a poco atravesando un túnel en dirección a la luz de fraternidad, de una creciente, sana y fraterna hermandad, de la valoración y unión de la especie humana, del aumento paulatino de la aplicación y práctica de las virtudes; sin embargo, como he dicho antes, vamos en un descenso vertiginoso hacia la oscuridad, en donde los sentimientos, los conocimientos, y todo aquellos que construyen a un ser, se van perdiendo al punto que no solo está prevaleciendo el silencio comunicacional sino que los más grave es el silencio espiritual que cada vez gana más terreno.
Por último no podemos dejar de lado que la perdida comunicacional y por ende el aumento del imperio del silencio se alimenta día a día por la influencia de la primacía comercial entregada a la sociedad por múltiples medios que solo se dirigen al ser humano en búsqueda de desviar su sentido a un sentido ficticio de la necesidad de adquirir lo material antes de adquirir lo necesario para su desarrollo personal, el desarrollo de la real importancia de las personas como lo es ese ser interior que en la actualidad se encuentra reprimido.
En este sentido la masonería propende el crecimiento espiritual y de conocimientos de cada uno de nosotros y de todos los masones del mundo. Los masones, a diferencia de quienes no lo son (si bien es cierto que nos preocupamos de lo material en el sentido de tener lo necesario para vivir en comodidad,) siempre estan pendientes que prime en su ser y en su núcleo, el crecimiento de su interior interior y de quienes les rodean. Privilegian todo aquello que la mayoría ha olvidado, buscan todo aquello que ahora ya no se busca ni tiene importancia para la mayor parte de nuestro mundo.
Tristeza es lo que invade cuando se piensa en lo pobre que se encuentra nuestra humanidad, nuestra sociedad, nuestra patria…en fin todo lo que nos rodea, y alegría por otra parte, pues como masones el trabajo que se debe llevar a cabo es muy grande, tal vez agotador pero muy grande.
Mucho se puede hablar sobre este tema, podemos recurrir a la psicología, podemos tal vez recurrir a otras materias tales como sociología para encontrar un sentido al fenómeno social de la soledad pero no hay más explicación que la que actualmente se puede observar desde el punto de vista de cada uno de nosotros los masones quienes la podemos apreciar en su total influencia y el funesto resultado que está logrando.
Es ahí en donde debemos estar presentes trabajando día a día minuto a minuto para que de alguna manera poder vencer y lograr que vaya en retirada cada vez mas….debemos trabajar duro, no debemos rendirnos sino que por el contrario debemos dar una fuerte batalla para ganar y sacar de este abismo sin fondo a nuestra sociedad de su cruel destino…pobre espiritualmente, una vida sin sentido y/o peor…..en soledad.