Libertad, ansiada palabra que contiene la máxima aspiración de todo ser humano que a través del desarrollo de la historia de las distintas sociedades, basada en su significado ha perseguido la emancipación no tan solo física sino que también aquella referida a la aplicación de ideas propias de cada una de ellas. Esto significó el derramamiento de sangre a gran escala.
En la masonería, libertad es el mayor triunfo alcanzado por la estirpe humana en su constante evolución; libertad de espíritu, de corazón, de la inteligencia y de pensamiento.
En nuestra orden, se práctica la libertad en el más amplio sentido de la palabra. Somos hombres libres y de buenas costumbres. No tenemos ataduras. No estamos obcecados por ideas arrancadas del fanatismo ni ligados a lazos de superstición. El principio básico de la libertad, nos ordena librar una lucha y repudiar eternamente toda clase de tiranías. No puede ser masón quien no es libre; libertad que no está referida sólo al sentido físico de la existencia, sino también a la libertad del espíritu, obra y/o pensamiento. Es el don más preciado dado a nosotros por el Gran Arquitecto del Universo para poder cultivar nuestras virtudes, desterrar nuestros errores y de esta manera ejercer una influencia positiva en la sociedad profana en donde nos desenvolvemos. En este último contexto nos referimos a la libertad que más daño provoca en aquellos que bajo un falso velo imponen dogmas y tiranías con el ánimo de entronar su poder mediante el manejo de la voluntad de la sociedad. Esta libertad a la que nos referimos, conocemos y cultivamos quienes somos Masones es la Libertad de Pensamiento.
¿Qué es ó que significa Libre Pensamiento?
Se puede definir como aquel acto que reclama para la razón individual, independencia absoluta de todo dogma religioso o impuesto malamente por otro tipo de agrupación sea esta de carácter social, individual o colectivo. Esta razón, la cual se nombra es la que nos dirige a la Luz, es decir al encuentro de la verdad única e imperecedera.